11 abril, 2006

El archienemigo Murphy


Al fin se terminó… Ansiaba más que nada terminar con “el día de mi nacimiento”. Ansia que el Universo detectó… e hizo lo posible para que no entregara el trabajo… Les prometo que no exagero...

  • No pude grabar cuando tenía tiempo, por problemas de cámara, cinta, luz y compañía.
  • Cuando al fin pude grabar, las tomas eran feas, sosas, no se parecían a lo que había pensado.
  • Busqué por cielo, mar y tierra un cable para poder editar en mi casa, para después enterarme que mi cámara es análoga. El último modelo análogo que hizo Sony lo tengo yo… Obvio que n pude enterarme simplemente. No. Fue con toda parafernalia, que incluye caída, acoso de guardia y enojo con “mashos tecnológicos prepotentes”… Adiós planificación…
  • Al momento de editar, la cámara –digital- no funcionó. De ahí los computadores -sólo 6…. Y somos como 400- colapsaron, los cables murieron…
  • La radio del auto se tragó el cd con la música pa’ editar.
  • Gmail nunca quiso mandar las canciones….
Ya superadas todas esas pruebas entregué el trabajo, y si me saco un 2… filo…. seré una mujer feliz… Por mientras, puedo decir que mi archienemigo es Murphy – quedó claro con lo anterior, o no- . No sólo complicó mi existencia… pero saliendo de la U, sintiéndome libre- me vino un dolor de cabeza horrible, que terminó en fiebre….

Bueno, y pa’ que esta súper actualización, no sea tan banal, aquí hay más información de ese ser….
La Ley de Murphy es un máxima popular en la cultura occidental, que a grandes rasgos dice que «si algo puede salir mal, saldrá mal». La ley fue nombrada por Edward A. Murphy, un ingeniero de desarrollo que trabajó por un breve período en experimentos con cohetes sobre rieles hechos por la fuerza aérea de los Estados Unidos en 1949.

Esta ley es quizás el origen de múltiples corolarios y «leyes» incluyendo la Ley de conservación de la miseria. Ésta dice que dado un sistema cerrado, la miseria - como la energía - se conserva. Se dice en este caso que la miseria "...no se crea ni se destruye, sino que se transforma". Esta ley comparte su espíritu con la Ley de Murphy en su aplicación: Si algo sale bien, algo igualmente malo lo compensará.

He aquí un par de corolarios, que más de alguno debe conocer…

  • Nada es tan fácil como parece.
  • Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
  • Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más daños será la única que vaya mal y sucederá en el peor momento.
  • Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
  • Cuando las cosas se dejan a su libre albedrío, suelen ir de mal en peor.
  • En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debió haber hecho antes.
    Cualquier solución entraña nuevos problemas.
  • Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.
  • La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.
  • Cuanto más intentes que las cosas sean perfectas, más te darás cuenta que estas perdiendo tu tiempo